Buckshot Horror Survival Game

El juego en sí incluye tres rondas separadas. Al comienzo de cada ronda, el crupier carga aleatoriamente la escopeta misteriosa con balas rojas y cartuchos vacíos de color verde azulado. El jugador puede elegir disparar al oponente o a sí mismo; elegir la opción final con un espacio en blanco en la recámara de la escopeta omite el turno del crupier y le da al jugador otra oportunidad.

Tanto el repartidor como el jugador reciben el mismo número de cargas de una máquina compleja repartida por toda la sala, comenzando con dos cargas en la primera ronda, cuatro en la segunda ronda y cinco en la tercera ronda, cada una de las cuales revivirá al jugador o al repartidor si se le dispara con un proyectil vivo. Se gana una ronda cuando el jugador agota las cargas del crupier; se pierde cuando el crupier agota los jugadores.

Durante las rondas uno y dos, el jugador y el crupier pueden reaparecer para siempre; sin embargo, el cableado de la máquina de armas se corta al comienzo de la tercera ronda, lo que obliga al jugador a reiniciar desde el principio. En la segunda ronda y en adelante, las manos del repartidor se quedan sin artículos junto con cada nueva carga de cartuchos, lo que le da a cada parte una ventaja de dos durante la segunda ronda y de cuatro durante la tercera ronda.

La mecánica de juego de Buckshot Horror Survival Game está diseñada para mantener a los jugadores al borde de sus asientos, y sus controles simples facilitan la navegación a través de paisajes inquietantes. Cada enfrentamiento con los terroríficos animales es una prueba de reflejos y estrategia, lo que requiere que los jugadores se mantengan un paso por delante de sus enemigos que los persiguen y apunten con precisión sus disparos para que cada disparo cuente.

Pero Buckshot Evil Scary Room Escape es más que una simple caza de monstruos: también es una búsqueda para revelar los siniestros misterios que oculta la superficie de la ciudad. Los jugadores descubrirán una historia convincente llena de giros y vueltas mientras investigan los edificios abandonados y las calles solitarias; cada nuevo detalle es más aterrador que el anterior.